Como hacer – MANTENIMIENTO de las CERRADURAS

Para las cerraduras de seguro a palanca, corrientemente usadas en las puertas interiores de las casas, el mejor lubricante es el grafito, Para una cerradura, la lubricación es tan necesaria como para un automóvil, pero nunca debe usarse aceite o grasa, ni en el tambor, ni en el cerrojo, ni en el aro que rodea el picaporte, pues el polvo se prende a ellos y acaba por obturar el mecanismo, o, por lo menos, entorpecer su funcionamiento. Para la mayoría de las cerraduras, el mejor lubricante es el mencionado: el grafito, seco y en escamas finas. Se obtienen con él los mejores resultados aplicándolo anualmente por medio de una especie de fuelles o sopletes como el ilustrado en la fig. 1, que son económicos y que pueden obtenerse en cerrajerías y ferreterías.

Para lubricar una cerradura sin sacarla de la cavidad en que está embutida, se toma la perilla de la puerta con una mano y se la hace girar para meter adentro el pestillo, y con la mano libre se aplica el muellecito al agujero resultante y se sopla varias veces por la parte achaflanada del pestillo. Ver fig. 1. Se suelta la perilla y se echa un poco de lubricante en el agujero de la llave No hay que prodigar el grafito, pues una aplicación liviana, sistemáticamente realizada una vez por año, da mejores resultados que las aplicaciones pródigas separadas por más prolongados intervalos.

Fig. Como hacer – MANTENIMIENTO de las CERRADURAS

cuidado de las cerraduras 1

cuidado de las cerraduras 1

Cuando se ha aplicado aceite a una cerradura y el polvo que se ha incorporado le da una consistencia gomosa, es preciso retirar la cerradura de su cavidad para permitir lubricaciones eficaces. Se comienza por sacar la llave y retirar los tornillos de la perilla o picaporte, como en la fig. 2 B, y enseguida se lo saca o destornilla, según sea su eje de sección cónica o esté roscado. La perilla o picaporte del lado de afuera, Bb, se deja sobre el eje, sacándolos de la cerradura a ambos juntos, así como a las arandelas, en caso de que las tengan.

Fig.- Como hacer – MANTENIMIENTO de las CERRADURAS

cuidado de las cerraduras 2

cuidado de las cerraduras 2

Para evitar equivocaciones posteriores en la colocación de las piezas pequeñas, es conveniente mantener, dentro de lo posible las piezas que se van desarmando, el orden y posición en que se las encuentra. Las arandelas del eje se dejan sobre el mismo, así como la perilla suelta, a la que se le pone el tornillo retirado en primer término. No es necesario sacar ni el escudete, fig. 2 A, ni la guarnición, aro o boca de! picaporte, ni la placa de la bocallave, foto 3. Del canto de la puerta se sacan los dos tornillos para madera, fig. 2 C, y luego se pasa la hoja de una navaja o cuchillo alrededor de la chapa, para cortar la película de pintura o de barniz que pudiera ligarla al borde de la cavidad.

Con la mano derecha se mete un destornillador por el agujero de la bocallave, empujando la cerradura para hacerla salir, mientras se pone la mano izquierda en posición, lista para recibirla cuando salga, como en la fig. 4. Si la cerradura está muy ajustada y no es posible sacarla de ese modo, se empuja el destornillador para sacarlo por el lado opuesto de la cavidad, por donde se verá proyectarse su hoja, y luego se trabaja con ambas manos, dando tirones fuertes, que resultarán más eficaces en este caso que un esfuerzo uniforme y constante. De este modo la cerradura se aflojará lo suficiente como para poder meter la uña de un martillo entre la cerradura y el borde de la puerta, con lo cual se podrá hacer palanca y sacarla.

Fig.- Como hacer – MANTENIMIENTO de las CERRADURAS

cuidado de las cerraduras 3

cuidado de las cerraduras 3

Las cerraduras de caja tienen un mecanismo semejante a los ilustrados en la fig. 5 y en la fig. 2 D. En lugar de ser embutidas en una cavidad practicada en el espesor del montante de la puerta, se unen a la superficie de la misma con tres tornillos para madera, dispuestos alrededor de la caja. Para sacar la caja no hay más que soltar estos tornillos.

La limpieza es una cura para la mayoría de los males causados por aceite espesado y polvo. Una vez que se haya soltado la cerradura, se la deja en inmersión durante varias horas, ya sea en un solvente mineral para limpieza o en un adelgazador (thinner) para pintura. De vez en cuando se retira del solvente y se la hace funcionar insertando la hoja del destornillador en la bocallave y haciendo mover el pestillo; también se puede usar la llave, cerrando y abriendo. Cuando el fluido de limpieza se haya secado —lo que se consigue dejándolo escurrir durante toda una noche sobre un recipiente con agua caliente, o bien exponiéndolo a un chorro de aire comprimido —- se lubrica con grafito como se ilustra en la fig. 1.

Fig.- Como hacer – MANTENIMIENTO de las CERRADURAS

cuidado de las cerraduras 4

cuidado de las cerraduras 4

La limpieza puede realizarse en menos tiempo desarmando la cerradura, lavando las partes en solvente y secándolas con un paño. Después de volver a armarla, pero antes de colocarle la cubierta, las partes se lubrican ligeramente, ya sea con el fuellecito o con un pincel suave previamente pasado por escamas de grafito. Cuando se trabaja con una cerradura, no hay que darse mucha prisa armando o desarmando sus partes, pues si se quiere que vuelva a trabajar bien hay que tomar ciertas precauciones.

Para desarmar una cerradura, se la pone sobre el banco de trabajo, o mesa, con el frente (correspondiente al canto de la puerta) mirando hacia la derecha, y a su lado se deposita la cubierta; para evitar que los tornillos de ésta se pierdan, se los pone sueltos en sus correspondientes agujeros dentro de la caja.

Fig.- Como hacer – MANTENIMIENTO de las CERRADURAS

cuidado de las cerraduras 5

cuidado de las cerraduras 5

Antes de levantar una pieza cualquiera, se hace un diagrama del mecanismo, como en la fig. 7, para el que se usa la cubierta como plantilla; se hacen tantos dibujos, de la caja como capas de partes o piezas tenga la cerradura en trabajo. Así que se retira una pieza, se dibuja su posición en el diseño. Al dibujar los seguros de una cerradura que tenga dos o tres de ellos, fig. 6, se dibujan también sus agujeros, para que luego sea posible volver a colocarlos en orden, pues no siendo así, podría ocurrir que la llave no accionara el cerrojo en la cerradura armada nuevamente.

Los resortes, fig. 6, se sacan antes que las otras partes; si se invirtiera el proceso, lo más probable sería que aquéllos salieran volando por el aire. Muchos pestillos son reversibles; cuando se arma la cerradura hay que asegurarse que el lado achaflanado del mismo quede mirando para el cerradero u orificio en el marco de la puerta.

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