Como hacer un TELAR PARA TEJER

En esta época de predominio de la máquina, los milagros del tejido de las telas son con­siderados como algo vulgar, pe­ro una mirada retrospectiva hacia las primeras etapas de este arte, pronto, despierta un senti­miento de curiosidad é interés, tanto en lo que respecta a los tejidos antiguos como a los mo­dernos.

Para formarse una idea del procedimiento que se sigue en el tejido, puede tomarse un trozo de tela basta, y separar sus he­bras. Entonces es posible ver los dos juegos de hilos entrela­zados, y si se estira suavemente la tela en ambas direcciones se comprobará que cede más en un sentido que en otro. Esto ocurre porque un juego de hebras – la urdimbre – es mantenido en tensión, mientras el otro – la trama – se teje a través de las hebras que lo componen.

 

 

Habiendo reconocido la ur­dimbre y la trama, es necesario imaginar un mecanismo que permite conservar estiradas las hebras de la primera. El medio más simple de lograr esto es to­mar un trozo de cartón y prac­ticar una serie de muescas en dos de sus lados paralelos (fi­gura 1). A continuación se bus­ca un material adecuado, ya sea rafia o algodón, se ata a la pri­mera muesca, haciéndolo pasar luego por las siguientes y atán­dolo de nuevo a la última. La trama para este primitivo telar se obtiene entretejiendo en la urdimbre una hebra, en la for­ma ilustrada en la Fig. 2. Si se emplea un telar cuadrado y se distribuyen bien los colores, el resultado de este experimento será un cuadrilátero muy bien tejido que podrá usarse como una alfombrita. Si la urdimbre se coloca en ambos lados del te­lar (Fig. 2) resultará un trozo oblongo que, forrado, cosido y munido de un cierre relámpago, constituirá un útil bolso.

Existe un método mejor que el de la aguja para pasar la tra­ma por entre las hebras de la urdimbre, y es el de formar ca­ladas; pero para esto no servirá el telar de cartón, pues la cala­da es una cavidad que se forma entre las hebras de la urdimbre y, como fácilmente se compren­de, no podría formarse en ese tipo de telar.

El telar empleado con este propósito se llama de cajón y puede hacerse con un cajón cual­quiera, de dimensiones adecua­das, como el que se ilustra en la Fig. 3. En sus bordes supe­riores y opuestos se clavan ta­chuelas o clavos, separados en­tre sí por 12 ó 6 mm. La coloca­ción de la urdimbre se efectúa en forma parecida a la emplea­da para el telar de cartón, pero aquí las caladas están formadas por un bastidor. Este puede ha­cerse de alambre o aluminio, pe­ro estos materiales pueden ser reemplazados por el cartón, siempre que éste sea lo suficien­te resistente.

 

La tira de cartón debe tener unos 7 u 8 cm. de ancho y una longitud tal que le permita adap­tarse exactamente al espacio que haya entre las paredes laterales del telar; además debe estar pro­visto de ranuras, con agujeros practicados en los espacios lle­nos intermedios (Fig. 5). Las ranuras y los agujeros, suma­dos, deben igualar al número de hebras de la urdimbre, Esta se ata a la primera tachuela, se pasa por la primera ranura del bastidor, se hace llegar hasta la tachuela correspondiente del lado opuesto, a la que rodea, y vuelve luego al punto de parti­da, pasando por el primer agu­jero del bastidor (Fig. 4) la colocación de las hebras restantes se procede en forma análoga.

Se hallará conveniente medir y cortar la urdim­bre de antemano en trozos de una longitud igual a dos veces la distancia existente entre dos clavos opuestos. Para ello colóquense dos clavos grandes en uno de los costados del telar (fi­gura 6) y arróllese la lana a su alrededor, de modo que haya, un trozo por ca­da tachuela… (la version completa descargala mas abajo)