Como hacer un ANEMOMETRO (3 de 4)
Las cerdas registrarán el movimiento giratorio y las variaciones de la posición de los contrapesos en un cristal cóncavo (Z), previamente tiznado, que será la película sensitiva del registro, por cierto sumamente económica. El largo total de los contrapesos, incluso las cerdas, depende de la curva cóncava del cristal. Las puntas de las cerdas apenas deben tocarla y solamente lo suficiente para dejar en cualquier posición una rayita finita en la superficie tiznada del mismo. El cristal se afirma sobre una base de madera con unos ganchitos de alambre (H), doblados de acuerdo a la figura, y atornillados en la base de madera. El triángulo de alambre, en el que se hallan enganchados los contrapesos, está soldado a su vez a un eje (A), en cuyo otro extremo, doblado en forma de gancho, se prenderá luego el alambre transmisor del movimiento de la hélice, intercalando un pequeño anillo de hierro.
Dos tiras de chapa galvanizada fuerte, de 3 cms. de ancho, dobladas de acuerdo a la figura 4 y atornilladas en forana de cruceta en la base de madera recién mencionada, proveerán el soporte principal para el eje del registrador y a la vez la protección para el cristal. La cruceta tendrá una perforación exactamente en su centro. Esta recibirá un buje (d), que se coloca desde el lado inferior, afirmándolo con arandela de presión y tuerca (igual a las colocadas en el soporte de la hélice), por el que pasará el eje del registrador. Sobre esta cruceta se soldará otra de menor tamaño (Y2) con su perforación correspondiente en el centro, pero colocando el buje (d) desde el lado exterior y atornillándolo bien centrado con el otro. De esta manera se obtendrá una guía segura para el eje y evitará que éste pueda salirse de la posición perpendicular. Dos collarcitos (O) de medida apropiada se afirmarán por medio de sus tomillos de presión sobre el eje, uno del lado interior de la cruceta grande y el otro del lado exterior de la cruceta chica, y apoyados contra los bridas de los bujes respectivos. Ellos evitarán un deslizamiento hacia arriba o abajo del lugar prefijado, pues tal incidente imposibilitaría el registro del movimiento de la hélice.
Fig.- Como hacer un ANEMOMETRO (3 de 4)
Tales collarcitos son imprescindibles para regular la posición del eje a su altura correcta y para mantener a la vez la distancia y presión correcta de las puntas de las cerdas sobre la superficie del cristal. Esto requiere un ajuste bastante delicado; tanto más, cuanto el roce de los ejes contra los bujes de los soportes debe reducirse a un mínimo, para no frenar las revoluciones de la hélice, que por su intermedio deben ser transmitidas fielmente e inscriptas en el cristal tiznado. Por esta razón hemos intercalado ya un cojinete a bolillas en el bracito superior del soporte de la hélice. Podríamos aumentar nuestra precaución, instalando otros tres en los puntos críticos, o sea sobre los bujes colocados en el bracito inferior del soporte B de la hélice y los instalados en las dos crucetas que forman la armazón externa del registrador. En tal caso se convertirían los bujes atornillados en los puntos citados en receptáculos para los cojinetes, procediendo de la misma manera ya indicada. Se entiende, que todos estas partes deben estar siempre bien engrasadas para disminuir el roce y protegerlas contra una posible oxidación. También la1 bisagra de los contrapesos debe recibir de vez en cuando una gota de aceite de máquina.
Terminado el aparato registrador de la velocidad del viento, se lo fija con su base de madera en una repisa, que se coloca bien nivelada debajo de la hélice, procurando en lo posible, que los dos ejes queden en el mismo plano vertical (fig. 5).