Como hacer para QUITAR LAS MANCHAS de las telas (1 de 2)
La remoción de manchas comunes producidas sobre seda, algodón, rayón, y otras telas se convierte en una tarea sencilla si los procedimientos y los productos químicos aplicados al caso son los que éste necesita. Antes que nada, hay que adquirir la seguridad de la causa de la mancha en cuestión, pues la aplicación de un eliminador distinto del que corresponda puede fijarla, y entonces su limpieza, será casi imposible. Es igualmente importante saber cuál es el material manchado, pues la seda o la lana, por ejemplo, pueden ser perjudicadas por agentes que son perfectamente indicados para el algodón, y algunos otros pueden llegar a disolver o debilitar ciertos tipos de rayón. También hay que considerar las tinturas, pues muchos productos químicos no sólo harán desaparecer la mancha sino también el tinte. El agua debe usarse con muchas precauciones cuando se trate de telas delicadas, ya que muchas se manchan con ella. Y por fin, debe recordarse que algunas manchas son verdaderamente indelebles, y que suele ser preferible dejarlas solas que empeorar su aspecto trabajando por hacerlas desaparecer. El tratado de las manchas incluye el uso de numerosos tipos de agentes, entre ellos solventes, productos químicos y polvos absorbentes. Los productos químicos necesarios pueden ser obtenidos en las casas del comercio de drogas.
METODO POR DISOLUCION: el propósito de este método es lavar la mancha, eliminando el baño usado por medio de una muñeca o acolchado absorbente colocado bajo la tela. El solvente que queda en la tela desaparece por evaporación; este método se aplica cuando se trata de grasas y aceites. Los mejores solventes son el tetracloruro de carbono, la bencina y la nafta. El tetracloruro de carbono se recomienda por su calidad de no inflamable. El equipo para estas limpiezas debe incluir también dicloruro de etileno, trementina y jabón verde, una solución alcohólica de jabón. Los solventes siempre deben ser usados en lugares bien ventilados; cuando son inflamables, especialmente en el caso de la nafta, hay que ser muy prudente, pues los vapores son peligrosos.
Al aplicar el solvente hay que evitar extender la mancha, así también como dejar un halo. La tela en tratamiento debe colocarse sobre una superficie plana, con varios dobleces de género limpio o de papel secante debajo de ella. El solvente se aplica parsimoniosamente, de modo que la mancha no se extienda, y por medio de un pañito limpio, con el que se frota únicamente en una dirección; en esta forma servirá de vehículo al producto que haya producido la mancha, y lo transportará al acolchado absorbente. Frecuentemente después de desaparecida la mancha, queda un halo, y éste puede ser eliminado únicamente trabajando sus bordes con habilidad para hacer más gradual el cambio de la parte limpia. Las diez pequeñas ilustraciones que acompañan estas sugestiones explicarán cuáles son los solventes que hay que aplicar en distintos casos; la mayor parte de los que recomendamos son innocuos para los tintes y las telas.
METODO QUIMICO: Cuando se aplica un producto químico, la mancha no resulta lavada directamente, pero en la práctica es blanqueada, y el blanqueador que quede retenido en las fibras debe ser eliminado por el lavado. Cuando se usan métodos químicos existe siempre el peligro de afectar los tintes o las telas estampadas, por lo que es prudente hacer una prueba preliminar sobre un orillo del género, o en lugar no visible de la prenda. Cuando se aplica un producto químico sobre una mancha, en cuanto ésta desaparece se lava la tela, eliminando con agua el excedente del producto. En algunos casos los productos recomendados no son seguros para tratar telas delicadas, sea por que los tintes de los mismos son susceptibles al producto, o porque la tela 3o es al agua. En tales casos, puede afirmarse que casi lo único que se debe hacer es enjuagar con agua tibia la tela si la tolera — y en cualquier caso, probar el uso del jabón verde sobre la mancha; después se enjuaga con alcohol. El uso del permanganato de potasio puede dejar una sombra obscura, que se elimina con una solución de tiosulfato de sodio.