Si el aficionado vive junto a una ruta de tránsito, o puede arrendar terreno cer­ca de una de ellas, unas pocas cabinas para turistas del atrayente tipo ilustrado, le pro­porcionarán una substanciosa renta durante los meses del verano. Si las casillas se levan­tan en una arboleda bien conservada, donde haya buen abastecimiento de agua dulce pu­ra, tanto mejor. Las luces eléctricas son tam­bién un incentivo más para los turistas. Las figuras 1 al 5 muestran una linda y po­co costosa cabina, que puede admitir una ca­ma de matrimonio, una mesita y dos sillas. En los ángulos anteriores se colocan estan­tes triangulares, bastante bajos como para que permitan la operación de abrir y cerrar las ventanas, y al mismo tiempo lo suficien­temente elevadas sobre el nivel del piso…