CIGARROS – Construya una maquina para ARMAR CIGARROS

Cigarros – Construya una maquina para ARMAR CIGARROS, introduccion:

Dado el precio a que han llegado los cigarros, son muchos los fumadores que están tomando la costumbre de enrrollar ellos mis­mos los que consumen, usando para esto una maquinita de mano, papel y tabaco en hebras. Con el modelo que ofrecemos, pueden hacerse cigarrillos de distintos diámetros, pues tiene una  pieza de ajuste y una banda adaptable que se acomo­da al tamaño de los papeles comunes para armar cigarrillos.

Cigarros – Construya una maquina para ARMAR CIGARROS, el modelo:

Se trata de un modelo conocido, de probada eficacia, presentado en una versión  mejorada, ya que se le ha agregarlo la banda de que hablá­bamos, la que permite variar el ta­maño de las piezas dentro de un margen entre los 6 mm y los 9 mm.

Fig. 1.- Cigarros – Construya una maquina para armar cigarros

 

Damos les patrones en tamaño na­tural de los costados de la maquinita, del brazo y de la pieza de ajuste.

Si se trabaja en madera de 5 mm de espesor tómese la precaución de verificar que lo agujeros que sirven de centro para el trazado de curvas la atraviesen completamente. La curvatura del cabezal de la máquina debe ser trazada con la mayor exactitud, apoyando el compás en el Iugar indicado por la flecha, igual­mente, las piezas repetidas deben ser idénticas entre sí,

Los agujeros Se hacen con sierra de calar y no con taladro; éste se usa después, para perfeccionarlos, y de este modo se tiene la seguridad de la corrección de ubicación y diá­metro de las perforaciones Lo pri­mero que debe hacerse en realidad, es la totalidad de los agujeros.

Otras partes que se prepara anti­cipadamente son el hombro y la ba­se, ilustrado en la figura 2 y 1 respectivamente. Estas, como los costados, los brazos y las piezas que forman el dispositivo de juste, se hacen en terciado de 5 mm. Una vez preparados los costados, se en­cola entre ellos la pieza que forma el hombro, los costados se enco­lan sobre la base.

Verificado que el conjunto resul­tante está bien encuadrado, se sigue trabajando el cabezal de la máqui­na; para ello se cortan cinco seg­mentos de madera en la forma indicada en la Fig. 5.  Y se los encola so­bre el hombro, entre los costados, como se ilustra en el detalle de tra­bajo de la Fig. 6. Tan pronto como haya fraguado la cola, los segmentos se emparejan trabajándolos prolijamente con cepi­llo y alisándolos luego se lija.

Fig. 2.- Cigarros – Construya una maquina para armar cigarros

 

La superficie del cabezal tiene que quedar comple­tamente lisa, sin brujones ni depresiones, pues es allí donde se apoyarán los cigarrillos para ser armados. Un levantamiento en el centro del mismo significa un con­siguiente adelgazamiento en el cigarrillo, y por lo con­trario, una depresión produciría piezas con los extremos más delgados que el centro. Además cualquiera de estos defectos ocasiona la formación de arrugas en el papel. Toda la superficie del cabezal debe estar en ali­neamiento perfecto con los rodillos.

Estos rodillos y los brazos deben ser perfectamente exactos, como la superficie del cabezal. Para los brazos se necesitan dos rodillos; uno de ellos, el superior, es de 6 mm de diámetro, y el otro es de 9 mm. Ambos ilustrados en la Fig. 3, se hacen con pedazos rectos de varilla de abedul; las espigas en que terminan son de 6 mm de largo y 3 mm de espesor y deben estar per­fectamente centrados sobre el cuero de lo rodillos. De hombro a hombro sin contar las espigas, los rodillos miden 73 mm: cuando las piezas hayan sufrido las correcciones y rectificaciones que necesitarán, esta lon­gitud habrá quedado reducida en algo más de medio milímetro, es decir, exactamente lo necesario para ase­gurar cierto juego lateral que permita la libre rotación.

Fig. 3.- Cigarros – Construya una maquina para armar cigarros

En uno de los brazos se coloca una manivela y el pivote: éste tiene 95 mm de largo y 6 mm de diámetro, y ya encolado en uno de los agujeros del brazo, proyec­tándose 9 mm sobre la superficie exterior del mismo. Sobre dicha proyección se encola una arandela, y enci­ma de ella se pone, encolándola también, la manija, que se proyecta 5 mm y tiene 92 mm de largo.

E] pivote se pasa por los agujeros de los costados de la máquina, tras lo cual los rodillos son insertados en sus correspondientes posiciones, con lo que se queda en condiciones de encolar el otro brazo sobre las pun­tas del pivote y de la manija. Las arandelas encoladas a los brazos (o a las piezas que forman el brazo) sobre las puntas del pivote, contribuyen a dar resistencia al conjunto.

El dispositivo de ajuste de la banda que traslada los cigarrillos – el carro – está formado por un rodillo de 13 mm de diámetro y las levas ranuradas. El rodillo, Fig. 3, se encola obre una de las levas y se pasa por los correspondientes agujeros de los costados de la má­quina, agregándosele entonces, en la punta libre, la segunda leva; el alineamiento se hace antes de que la cola se seque. El rodillo debe quedar flojo dentro de sus orificios. Este rodillo recoge la flojedad de la banda de trans­porte de los cigarrillos o carro; en el otro extremo de la máquina va una varilla lisa de 89 mm de largo y 6 de diámetro, que no se encola en los orificios que la sujetan, pues sirve para graduar la banda-carro, cuyo dobladillo se ajusta sobre ella.

Las dimensiones de esta última están dadas en la Fig. 4, se corta en algún material fuerte y delgado. Po­dría servir un pedazo de tela impermeable delgada – muy finita – que sería ideal, o en el voile usado para cortinas, o también en papel de Manila. Lo importante es que el material sea delgado, fuerte, flexible y qua no se estire.

Se corta el material elegido según forma y dimen­siones indicadas en la Fig. 4, se le hace en la punta el dobladillo ilustrado, doblando la proyección de 25 mm, que se encola en parte (la mitad), y por la parte que queda libre se pasa el rodillo suelto, cuyas puntas se insertan en sus agujeros de los costados. El extremo opuesto de la banda se encola sobre el otro rodillo, para hacer los ajustes necesarios; hay que dejar la banda ligeramente suelta. Para determinar el largo exacto de la misma, se meten en los costados dos tor­nillos de cabeza redonda, de 13 mm, pasándolos por las perforaciones de la leva; las cabezas de estos tor­nillos se apoyan sobre arandelas. Se colocan las levas en su posición media, es decir, con los tornillos centra­dos sobre sus ranuras (las de las levas).

Se necesita ahora un pedazo de varilla de 73 mm de largo; se pone la manija en su posición posterior; se hace correr la barra-carro sobre los rodillos (ver fig. 7) y hacia abajo, sobre el rodillo de atrás. Se empuja la banda con la varilla, formando una depresión, y suje­tándola contra el rodillo de atrás, y se empuja la mani­ja para adelante; en esta forma, la banda se cerrará sobre la varilla y la flojedad de la parte posterior es tomada por el rodillo de atrás, al que entonces se enco­la la banda. Se vuelve a poner para adelante la mani­ja y se saca la varilla. Con la máquina regulada en la forma indicada, producirá cigarrillos de 9 mm de grue­so. Pero, sin embargo, este punto depende en gran parte de la cantidad de tabaco que se coloque en el depósito para el mismo, que es la depresión formada con la varilla; recuérdese que la capacidad del rodillo posterior es solamente para cigarrillos de 9 mm.

Fig. 4.- Cigarros – Construya una maquina para armar cigarros

Los mejores cigarrillos se hacen con mezclas de ta­baco; generalmente puede usarse tabaco en hebras, pe­ro es de contextura más bien gruesa y húmeda. El tabaco debe distribuirse uniformemente en el depó­sito; para cigarrillos de 6 mm de espesor basta con una cucharada de té; con tres cuartos de cucharada de sopa se podrán hacer cigarrillos de 8 mm o algo así. La medición por cucharadas es una buena práctica, muy superior al cálculo o la adivinación.

Distribuido el tabaco en el depósito, la manija se empuja hasta medio camino, en dirección al cabezal, y en esta posición se inserta una hojita de papel, parcialmente enrollada (ver Fig. 8); cuando el borde engo­mado de la misma haya sido humedecido con un peda­cito de esponja, se termina de empujar la manija en la abertura (Fig. 8), con lo que se concluye el cigarrillo, que es soltado por la máquina. Se da el punto final emparejando las hebras de tabaco de las puntas, para lo que se usarán tijeras.

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