Probablemente el ins­trumento musical de cons­trucción más sencilla, y el más barato, sea este tipo de flauta de pastor. Tiene un sonido sua­ve y dulce, agradable en los so­los y especialmente grato en tríos y cuartetos. Aunque se las hace en varios tamaños y tonos, la primera en construirse suele ser la atiplada, para la que se necesita un peda­zo de caña de 19 a 22 mm. de diámetro interior y de una lon­gitud de unos 292 mm. Si no se consigue un pedazo de bam­bú o caña de este largo, sin nin­guna unión, será necesario li­mar, rebajar o chamuscar la parte de la unión, o las uniones, de modo que todo el diámetro interior sea uniforme y liso. La boquilla puede hacerse so­bre cualquiera de los extremos, pero debe estar, por lo menos, a 51 mm. de la unión más pró­xima a ella, y ubicarse en for­ma tal, que la ranura o estría de la caña, en caso de que la hubiera, corra a lo largo de uno de los costados, y no sobre la parte superior, donde luego mo­lestaría cuando, al ejecutar mú­sica, hubiera que tapar los agu­jeros. Esta boquilla se corta en la forma indicada por las figu­ras, con una sierra de dientes muy finos…