REPUJADO – Como hacer REPUJADO en bronce

El repujado en bronce es un pasatiempo verdaderamente interesante, al que podrán en­tregarse todos los miembros de la familia. Se pueden realizar proyectos interesantes: placas en alto relieve, soportes o cu­biertas para libros, etc., nada más que transfiriendo un dibu­jo sobre una chapa metálica y trabajando su fondo para dejar el motivo en relieve.

Fig. 1.- REPUJADO – Como hacer REPUJADO en bronce	Fig. 2.- REPUJADO – Como hacer REPUJADO en bronce	Fig. 3.- REPUJADO – Como hacer REPUJADO en bronce

Para empezar, se com­pra un pedazo de chapa blanda de bronce, un poco de madera terciada, sobre la que se monta aquélla, un mar­tillo liviano, al­gunas tachuelas de cabeza redon­da y una varilla de acero de 3 mm. de diámetro y unos 12 cm. de largo, la que se trabaja haciéndole una punta no aguda, y se usará como herra­mienta principal. Para los ter­minados se usa lana de acero, etc.

La fig. 6 muestra cómo se aseguran la chapa de bronce y el dibujo sobre la madera ter­ciada. El dibujo se transfiere recorriendo sus líneas con la punta de acero, de modo que el metal quede marcado con una se­rie de pequeños puntos. Luego se repasan las líneas del dibujo, incluyendo sus bordes, con la misma herramienta, como mues­tra la figura 3. Se trabaja el di­bujo golpeándolo con firmeza, pero no con tanta fuerza como para perforar la chapa. Los gol­pes deben aplicarse tan próxi­mos los unos a los otros, que las impresiones resultantes formen una línea continua. Cuando se haya terminado -de transferir el dibujo, se arranca el papel que cubría el metal y se comienza a trabajar el fondo. Al princi­pio es conveniente que los gol­pes que se apliquen a éste este separados más o menos por medio centímetro, y luego se repasa cada una de las secciones evitando siempre formar un di bujo regular o uniforme o las marcas de los golpes; se sigue así hasta que toda la superficie del fondo constituya una masa compacta de marcas de golpes.

Cuando se ha conseguido toma la mano para hacer este trabajo, puede acelerarse su proceso utilizando dos herramientas d marcar simultáneamente. Luego se pule el bronce, para lo que se necesita lana de acero N° 0 ó 00 con la que se frota hacia atrás y hacia adelante, en la misma dirección,   para  conseguir  una superficie brillante y exenta de rayaduras. Esta superficie se protege con una mano de barniz transparente (fig. 5) o, si se prefiere, se colorea el fondo apli­cando un bronceado de la to­nalidad deseada. Antes de que el bronceado se haya secado, se pasa un trapo por los puntos al­tos del dibujo, consiguiéndose en esta forma hermosos efectos de pátina. Se pueden conseguir otros efectos coloreando el me­tal por medio de procedimientos químicos.

Fig. 4.- REPUJADO – Como hacer REPUJADO en bronce	Fig. 5.- REPUJADO – Como hacer REPUJADO en bronce	Fig. 6.- REPUJADO – Como hacer REPUJADO en bronce

Si se desea un color castaño rojizo, se usa una solu­ción de sulfuro de bario en agua. El éxito en el coloreado por me­dios químicos dependo en gran parte de la absoluta limpieza del material a colorear, por lo que es conveniente limpiarlo con ga­solina o bencina, y después no hay que volver a tocar esta su­perficie hasta no haber aplicado los productos químicos. Loa colores conseguidos por acción química varían algo en intensi­dad según el número de aplica­ciones que se hagan. La última aplicación debe ser seguida por una mano de barniz transparen­te que protegerá el color.

El sencillo marco que cubre las cabezas de los clavos, según fig. 7, aumenta la atracción de la mayoría de los modelos, espe­cialmente cuando son grandes, como la cubierta para carpeta de papel secante que se ilustra en las figs. 1 y 2. Este marco está formado por dos planchas de materia] prensado para table­ros, o de madera enchapada. Uno de estos pedazos se pone a tope con el borde del bronce y el otro excede un poco, para cubrir las cabezas de las tachuelas. La ta­bla del fondo se fija a la ma­dera terciada con puntas; todo el trabajo de encolado puede completarse con un prensado único. Luego hay que terminar la madera, que se lija para elimi­nar las asperezas, el exceso de cola, etc., teniendo mucho cui­dado, al trabajarla, de no mar­car la parte metálica. Luego se aplica un tinte al aceite, cuyo ex­ceso se elimina para no man­char la madera. Se concluye con un par de manos de cera. Si se desea una terminación en color natural, se suprime el tinte y se usa barniz y cera.

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