Esta caja automática para cigarri­llos, constituirá un hermoso presente para un amigo. Como se puede ver en la figura 1, su aspecto prolijo y artís­tico no denuncia en lo más mínimo la confección casera. Cuando el aficionado desee quedar bien con un amigo fumador, lo conseguirá en sumo grado regalándole esta caja mecánica para cigarrillos. Su tipo no es el corriente, pues está provista de un novedoso disposi­tivo que pone al descubierto un cigarrillo no sólo cada vez que se abre el cajoncito. El mecanismo es real­mente muy sencillo, y todo el artículo, que se fabrica con madera para calar, sale a muy bajo precio. Los cigarrillos se colocan en la parte superior de la caja, a la que se le pone la tapa, y para sacar un cigarrillo se abre el cajoncito de abajó. Cualquier persona que posea una sierra de calar puede cortar las distintas partes, que serán, preferentemente, de caoba o de madera satin. Las tablas tendrán espeso­res de 9 mm, 6 mm, 3 mm y 1,5 mm; sus longitudes se cortarán en la dirección de la veta, y se necesitarán las siguientes…