Proyecto Casero de UNA COMETA DE CAJON

Proyecto Casero de UNA COMETA DE CAJON

Dedicamos este artículo a aquellos de nuestros lectores a quienes les agrada hacer volar una cometa. En esta materia, los diseños posibles son numerosos, yendo desde la simple cometa romboidal que todo el mundo conoce, hasta los más complicados, capaces de levantar el pese de un hombre. El modelo que presentamos, conocido por cometa de cajón, es satisfactorio en todo sentido. Damos una perspectiva del mismo en uso y, en la figura 1, una vista lateral y otra superior, indicando algunas dimensiones adecuadas.

Para las varillas o filetes se necesita un pedazo de listón de pino, de veta derecha, del que se cortará cuatro piezas de 1 centímetro de sección cuadrada y 90 centímetros de largo. Hay que cuidar que esas varillas estén libres de nudos e imperfecciones, cosa que se observará antes de cortarlas; una vez cortadas y cepilladas se las alisa con lija, redondeando ligeramente sus ángulos vivos.

Los tensores, que son los que conserva la forma de la cometa y su material en tensión, son también cuatro piezas de madera; su sección es de 3 milímetros de espesor por 9 milímetros de ancho y 53 centímetros de largo, como se ve en la figura 2. Puede servir cualquier madera liviana y fuerte; cuanto más fuerte mejor, pues tendrán que resistir cierto esfuerzo.

Se las une entre sí por pares, mediante un tornillo de cabeza redondo puesto en el centro, como en C. Los tornillos se ajustan lo suficiente para que los tensores puedan abrirse y cerrarse, pero que queden bastante duros. Como tendrán que calzar contra las varillas largas,, en los extremos de cada una de ellos se corta una muesca en ángulo rectó, como indica B.

Las varillas se aseguran a los tensores con cola y un solo clavo por junta, del tipo finito usado para calador; esta unión se hace a 16 centímetros de cada punta, de modo que cuando los tensores extiendan las varillas, quede en el centro de las bandas de tela que se colocan luego y forman las caras de la caja, gracias a las cuales la cometa puede velar. Bada esta disposición de sus elementos, es posible doblar la armazón para facilitar su transporte. Cuídese que los tensores queden sólidamente, fijos contra las varillas, pues si no fuera así la resistencia a que leí? sometería un viento fuerte bastaría para romperlos.

 

Para las caras, sería prudente usar una tela delgada pero fuerte» en substitución del papel por el que se opta generalmente por razones de economía. Hay gran cantidad de telas para elegir, pero lo ideal sería algodón o seda, para paracaídas, que es lo mejor que pueda encontrarse.

Se hace un molde de papel, de las dimensiones dadas en la fig. 4, P; el papel será fuerte, Kraft o algo semejante y se la pinchará sobre el género doblado en dos, para cortar las dos partes en una operación; el corte se hace muy cuidadosamente.

A medio centímetro de cada borde largo se hace un doblez, que se hilvana para el dobladillo, y luego se pone el material sobre la armazón, con los dobladillos para afuera, extendiéndolo y uniendo sus puntas con alfileres, como indica la fig. 3. Durante esta operación los tensores no deben abrirse totalmente, como se hace luego (cuando se remonta la cometa), sino algo más de la mitad de su ángulo total, para que cuando se los ponga en su posición de vuelo, la tela quede perfectamente tensa. Se saca la tela de la armazón y se cosen les bordes unidos con alfileres; el exceso de material se corta a medio centímetro de la costura y la pestaña que queda se dobla y vuelve a coserse sobre el material, para hacer una sola costura o refuerzo; el detalle E, fig. 4, explica esta operación. Una amiga o una hermana podrá hacer esta parte del trabajo, pues para los hombres una sencilla costura es obra de romanos.

Se da vuelta el material, poniendo los dobladillos para adentro y se 3o pone otra vez sobre 1a armazón, corriéndolo hasta que quede a 25 mm. de cada extremo; los tensores quedarán entonces más o menos en el centro de las bandas : se los abre bien, y la tela quedará tirante.

Las bandas se fijan desde las varillas o filetes con cintas, la posición de algunas de las cuales está indicada en la fig. 3. Se cose una a cada lado de los tensores, donde éstos se unen con las varillas; se envuelve la varilla con la cinta, y luego ésta se cose a la tela, como en (a).

Una unión semejante sé hace también en (b), punto opuesto diagonalmente al anterior (a). En los otros ángulos no se hacen estas uniones, pues serían un obstáculo para plegar la armazón.

Cuando, para fines de transporte, se dobla la cometa, la tela se dobla prolijamente para adentro de la armazón.

Se hace una brida, con cordón fuerte, y se la ata a través de un par de varillas, atando el hilo a esta brida, en el punto que se encuentra más conveniente, y que será determinado por experimentación.

Si el lector prefiere hacer las bandas de papel en vez de hacerlas de tela, puede usar cualquier tipo siempre que sea delgado y fuerte. Sea el que fuere el material seleccionado, quedará mejor si se usa en dos colores combinados. El papel tiene más propensión a romperse que la tela, por lo que hay que reforzarlo haciéndole dobleces en los bordes, los que se pegan después de haber incluido en su interior un hilo fuerte para dar más resistencia a esos lugares, que son los que más riesgo de romperse corren.

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